Situación actual en Uruguay

Por Gustavo Salle Lorier
Buenas tardes, les habla el Dr. Gustavo Salle, desde Montevideo, Uruguay, para Radio Revolución, para la única radio gimnasista del planeta.
Bueno, quiero ponerlos al tanto de la situación que vive Uruguay y que, en buena medida, se corresponde con gran parte de la realidad de los distintos países del mundo, porque no debemos soslayar el hecho de que la plandemia es una estrategia de dominación planetaria urdida por la elite mega rica que se institucionaliza, fundamental y emblemáticamente, en el Foro de Davos, Foro Económico Mundial.
¿Por qué digo que se institucionaliza en forma emblemática en el Foro de Davos? Bueno, porque desde esa usina del pensamiento, emergen los tres elementos, las tres estrategias más importantes para cumplir con una agenda, una agenda que se caracteriza por la subversión de los valores establecidos, y la implantación de nuevos paradigmas de vida. Tales son: el “gran reset”, el “evento 201” y el “evento Polygon”, es decir, el apagón cibernético.
Estamos transitando la etapa de la plandemia, concomitantemente y consecuencialmente, con el “gran reset”. La elite que es la que financia las investigaciones de carácter científicas y tecnológicas, ha tomado conciencia de que esos adelantos le permiten trasladar el escenario de guerra de lo que eran normalmente los territorios geográficos de los distintos países, a un ámbito diferente, mucho más eficaz, mucho más directo y con otro tipo de soldados. Nos referimos a la guerra en el cerebro de cada uno de los habitantes del planeta.
En principio, yo quiero descartar todos los argumentos denostativos de esta teoría, o de esta constatación, mejor dicho, que vaya que los tenemos cotidianamente en las redes y en los grandes medios oligopólicos de comunicación, propiedad, precisamente, de los mega ricos.
Se nos tilda de conspiranoicos, y de esa manera, tratar de desacreditar hechos que están, objetivamente, probados. Los adelantos de carácter científicos en el área del conocimiento del funcionamiento cerebral, neurológico, de los seres humanos, ustedes lo pueden constatar estudiando, investigando, en las redes, fundamentalmente un proyecto, que se genera en Estados Unidos, en el gobierno de Obama, más concretamente en el 2013, que es el proyecto “Cerebro”, el proyecto “Brain”, y que lo lleva adelante la Agencia de Proyectos Especiales de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, DARPA, por su sigla en inglés, conjuntamente con 500 instituciones científicas médicas a lo largo y ancho del planeta. El coordinador general del proyecto “Cerebro”, es el científico español Rafael Yuste. De manera tal que ustedes poniendo en internet el proyecto “Brain”, Rafael Yuste, encuentran decenas de conferencias donde este investigador da cuenta de los adelantos que se han obtenido en materia de neuromodulación, es decir, en la interfaz del cerebro del ser humano y en las computadoras de los investigadores, de los experimentadores. Esto no es ciencia ficción, esto no es teoría de la conspiración, estos son datos absolutamente objetivos y públicos.
Al mismo tiempo, ha habido un adelanto sin precedente en materia tecnológica y, nada más ni nada menos, en lo que refiere a la nanotecnología. El Proyecto “Brain”, solamente es posible por la combinación de los adelantos científicos en la investigación del funcionamiento del cerebro y, al mismo tiempo, con la nanotecnología. Esta combinación de adelantos científicos en buena medida podría estar explicando la desesperación que tiene la elite para llegar a una vacunación masiva y planetaria. Porque precisamente se está especulando, y esto es bueno señalarlo, por el momento estamos en el área de las especulaciones, por lo que diré más adelante, de que las vacunas, las sustancias génicas, mal llamadas vacunas, serian el arma para la inoculación de estos elementos nanotecnológicos y de modificación génica, que permitirían entonces ese proceso del control del cerebro, denominado neuromodulacion.
¿Por qué he sostenido que las sustancias de la vacuna podrían ser elementos que sirvieran, vehiculizaran, ese proceso de control a través de la neuromodulación? Bueno, porque los exámenes composicionales de esas sustancias están absolutamente vedados, están prohibidos.
Adviertan la siguiente situación inédita, por lo menos en lo que tiene que ver con la situación jurídica en el Uruguay. El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, firmó un contrato con Gavi Alliance, propiedad de Bill Gates, con la farmacéutica Pfizer y con otras farmacéuticas, que tuvieron el estatuto jurídico de secretos o confidenciales, vale decir que nadie puede enterarse del contenido de ese contrato por el que se adquieren las vacunas. No sabemos si fue un contrato con Gavi Alliance, de Bill Gates, o si fueron más de un contrato con distintas farmacéuticas, se desconoce ese aspecto porque entran dentro de la confidencialidad. Pero no solamente es secreto el contrato, los términos contractuales, también resulta absolutamente confidencial y secreto, la composición de las sustancias que se están inoculando a la gente.
Esa vacunación, para simplificar la terminología, se hace de forma absolutamente ilegal, y les voy a explicar por qué. En el Uruguay hay 2 leyes, la 19.286 sobre experimentación, que esto es una experimentación, que requiere del consentimiento libre e informado de las personas que se van a inocular, mal puede haber información de algo que está rodeado de total secretismo y opacidad. Por lo tanto, los médicos no pueden cumplir con ese requisito legal, tampoco lo puede hacer el gobierno.
Así las cosas, y ante los datos estadísticos del aumento sustancial de fallecidos a partir de la vacunación, sumado al hecho de la confidencialidad o secretismo de la sustancia, por imperio de los fundamentos del derecho precautorio, cualquier fiscal penal actuando con un juez penal, podrían proceder de oficio al secuestro de las ampollas de las distintas vacunas, y ordenar el examen composicional. Como ustedes pueden apreciar, eso supondría que la Fiscalía General y el Poder Judicial actuaren contraviniendo la confidencialidad y el secretismo firmado, comprometido, por el Presidente de la República.
Sin embargo, y precisamente en aras de los fundamentos del derecho precautorio, de los derechos humanos y de la protección a la salud del pueblo que establece el artículo 44 de la Constitución de la República, fiscal y juez penal, en el Uruguay, deberían haber actuado de oficio, deberían haber ante puesto los derechos humanos ante que los compromisos comerciales, y proceder al secuestro, incautación y pericia composicional de las sustancias, para revelar que es lo que efectivamente tienen estas sustancias, y así de esa manera poder establecer si hay un nexo de causalidad entre el aumento estrepitoso de las muertes y el comienzo del proceso vacunacional.
Me da la impresión, y lo digo con el debido respeto al hermano pueblo argentino, que los elementos de carácter constitucional, de derecho positivo y de derecho internacional, ponen a los fiscales y jueces penales de Argentina en una posición bastante similar a la de los uruguayos. Me atrevo a hipotetizar, y lo digo una vez más, con mucho respeto, sobre todo en relación a los magistrados y colegas del hermano país, que esta misma situación podría darse en Argentina. Y no sería excesivo pensar que estas elucubraciones, de carácter jurídicas, también podrían ser aplicadas a la mayoría de los países latinoamericanos. Yo no tengo conocimiento de que ningún fiscal ni ningún juez de Latinoamérica, haya procedido de esta manera, lo cual me lleva a pensar que lamentablemente, el sistema de administración de justicia en nuestros países, han claudicado su función fundamental, esencial, prioritaria, de garantizar los derechos humanos por encima de cualquier otro aspecto de carácter económico, comercial, que pudiera querer esgrimir el gobierno para detener o impedir este tipo de procedimientos, cuya finalidad es ni más ni menos que la protección de la salud, la vida, de los habitantes.
Es también posible que tanto políticos, organizaciones sociales o cualquier ciudadano civil, solicite esta medida. Pero, desde un punto de vista estrictamente pragmático, ustedes comprenderán que no tiene el mismo peso una investigación que comienza de oficio a una investigación que eventualmente solicite un ciudadano común o una organización social. Distinto seria que parlamentarios de los distintos países instaran a la Justicia a proceder de la manera que acabo de describir.
Para finalizar, lo cierto es que, en el Uruguay, violando la Constitución y la ley, sobre todo leyes que buscan la garantía de la libertad, la dignidad y la propiedad privada sobre el cuerpo que cada ser humano tiene, se ha procedido a comenzar la vacunación sin consentimiento libre e informado, se ha llevado adelante una propaganda verdaderamente goebbeliana para presionar al pueblo para que se vacune y se ha impedido por todos los medios, incluso por una custodia policial muy especial en los recintos donde están las vacunas, a que se analice la composición de las mismas.
Y yo llego a la siguiente conclusión.
Cuando se actúa clandestinamente, confidencialmente, secretamente, es porque hay cosas, elementos, situaciones, que son verdaderamente inconfesables. Ello debe despertar la alarma de los pueblos. Y una vez despertada la alarma que refiere, ni más ni menos, que al valor vida, al valor salud y al valor libertad, se debe actuar en consecuencia.
¿Qué es actuar en consecuencia? Es actuar defendiendo esos valores avasallados por el poder del estado. Resistir las medidas, autoritarias y opresivas, que emergen del gobierno para satisfacer, fundamentalmente, intereses corporativos en detrimento de los más caros principios y derechos de los pueblos.
Muchas gracias por la atención prestada y hasta una nueva columna. Abrazos al hermano pueblo argentino.