EN LA BOCA, LOS GLADIADORES FUERON INFERNALES
Por Fernando Javier Borrazás para el MIG
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Gimnasia derrotó a Salta Básquet 94-81 por los cuartos de final del Super 8. El interminable Nicolás Gianella guio al equipo acompañado por las brillantes actuaciones de sus compañeros, en particular de Franco Barroso, Tomás Ligorria, Facundo Vallejos y Yago Sánchez.
El conjunto Tripero dio una nueva muestra de coraje y de gran juego en equipo, ante un rival harto complicado que -en la previa- aparecía como el gran favorito. Los Infernales -así les dicen y de ahí viene el juego de palabras del título de esta crónica- vienen muy bien posicionados en la Conferencia Norte y son uno de los candidatos al ascenso a la Liga Nacional. Por eso la importancia del triunfo, más allá de que sea en el marco de una competencia que está por fuera del calendario de la fase regular.
Para lograr el triunfo había que jugar al cien por ciento… o tal vez más. Así como se hizo ante Racing en Chivilcoy aún con la ausencia de Nico Gianella. De algún modo, eso ocurrió y -por qué no decirlo- la cosa salió mejor todavía, pero vayamos por partes.
Una de las claves del juego pasaba por “bajarle” el goleo a los salteños y, a su vez, hacerse fuerte en el aro rival. Parecía una tarea cuasi ímproba, teniendo en cuenta el nivel de sus jugadores -Zurschmitten, Fundora, Carnovale, De Miguel, Alonso, Guevara, entre otros- pero se hizo realidad. El primer cuarto fue una prueba de ello, teniendo en cuenta el resultado final: 21-15 en favor de El Lobo.
Fue, durante ese período, determinante el duelo de Franco Barroso con Fundora, casi siempre ganado por el Tripero sobre todo en defensa. Si bien el jugador de Los Infernales acabó por convertir veinte unidades -fue uno de los goleadores del juego- la mayoría de sus anotaciones llegaron durante el lapso donde Franco estuvo fuera del parqué.
El segundo cuarto fue una verdadera paliza táctica y estratégica de Los Gladiadores, con actuaciones sobresalientes de todo el conjunto, en especial de Yago Sánchez, Tomás Ligorria, Juan Pablo Lancieri, Facundo Vallejos y el mencionado Barroso. A tal punto llegó la cosa que Gimnasia logró en dicho período la máxima diferencia del juego: diecisiete puntos -34-17- a falta 5:57. El final arrojó un 45-32 que esperanzaba y mucho de cara a lo que vendría.
Después del descanso largo, las cosas continuaron igual hasta buena parte del chico, con un Nicolas Gianella que se agigantaba a cada paso. Buena parte dijimos, porque el cierre de éste fue diametralmente opuesto a lo que había ocurrido hasta ese momento. Faltando menos de cuatro minutos para el cierre, la diferencia en favor de Los Gladiadores oscilaba entre los dieciséis y trece puntos. Pero fue allí donde Fabián Renda -con buen tino, ya que la rotación era fundamental para lograr quedarse con el juego- quitó del rectángulo de juego a Barroso y, sin quererlo, alimentó el juego de Fundora que se hizo intratable en la pintura Tripera, a la par que creció la figura de Zurschmitten y también de Guevara. Todo ello condujo a un cierre muy apretado: 65-60 en nuestro favor.
Resultaba imperioso arrancar con buen pie el último cuarto y así fue nomás, aunque ello no evitó sobresaltos. El mismo arrancó con dos libres convertidos por Vallejos que alejaron a Gimnasia siete puntos arriba. Desde allí y durante buena parte del período, la diferencia fluctuó entre los diez y cinco puntos. Es que Salta Básquet no se iba a entregar fácilmente, más aún, dio una dura batalla.
Pero faltando 5:33 para el cierre, el destino nos otorgó un guiño fundamental: Ligorria tuvo dos libres, falló los dos, pero el rebote lo tomó Barroso quien rápidamente la cedió al eje del perímetro para el mismo Ligorria, quien convirtió un triple que llevó a Los Gladiadores nuevamente diez puntos arriba. A ello hay que sumarle que -como dijimos antes- el regreso de Barroso opacó una vez más la figura de Fundora, bajándole el goleo de manera sustancial.
Cuando el período promediaba, Gimnasia pudo alejarse aún más sacando una ventaja de quince puntos a falta de 4:31 para el final. Sin embargo, una ráfaga de los salteños puso el tanteador 87-81 con 2:28 por jugarse. Allí, Fabián Renda solicitó tiempo muerto y terminó por acomodar las cosas.
Gianella y Barroso se encargaron de ello para cerrar el juego por el marcador arriba mencionado. Pero no sólo se trató de convertir en el aro rival, sino en marcar de manera férrea a tal punto que en esos dos minutos y medio que restaban, Salta Básquet no convirtió unidades.
Los Gladiadores jugarán mañana a las 21 las semifinales de este Super 8 ante Central Ceres de Santa Fe en el microestadio de Platense en Vicente López. Otro rival duro, igual que el de hoy, por lo cual podemos decir que nada es imposible. Sólo se trata, en definitiva, de jugar como se lo hizo en esta ocasión. La esperanza está intacta.