Por Alvaro Grigioni (@AlvaroGrigioni) para el MIG
Fotos Gimnasia Oficial
Este domingo desde las 20.30, Gimnasia visitará a River en el estadio Monumental por la fecha 14 del Torneo Clausura de la Liga Profesional. El encuentro será dirigido por Nazareno Arasa, con Silvio Trucco a cargo del VAR, y se transmite desde las 18.30 por MIG FUTBOL a través de Radio Revolución 98.9.
El Lobo llega con la obligación de sumar. La derrota en el clásico fue un golpe durísimo que se sintió tanto en lo futbolístico como en lo institucional. A eso se sumó una Asamblea caliente en la sede, donde los dirigentes fueron increpados por socios en medio del malestar general. Mientras tanto, la tabla aprieta: tras el triunfo de Aldosivi, Gimnasia quedó a solo dos puntos de la zona de descenso y cada partido se volvió una final.
Fernando Zaniratto, que asumió tras la salida de Alejandro Orfila, intentará ordenar el equipo y cortar la mala racha. Durante la semana esperó la evolución de Pedro Silva Torrejón, quien finalmente sería de la partida, y prepara dos cambios respecto al clásico: Manuel Panaro y Alejandro Piedrahíta ingresarán por Fabricio Corbalán y Lucas “Pata” Castro.
El probable once albiazul sería con Nelson Insfrán; Juan Pintado, Renzo Giampaoli, Enzo Martínez, Pedro Silva Torrejón; Augusto Max, Nicolás Barros Schelotto; Manuel Panaro, Bautista Merlini, Alejandro Piedrahíta; y Marcelo Torres como única referencia ofensiva.
Enfrente estará un River que tampoco atraviesa su mejor momento. El equipo de Marcelo Gallardo viene golpeado, sin resultados y con la necesidad de levantar en su casa. Su posible formación sería: Franco Armani; Milton Casco o Fabricio Bustos, Lucas Martínez Quarta, Lautaro Rivero, Marcos Acuña; Enzo Pérez, Kevin Castaño o Juan Carlos Portillo, Cristian Jaime o Ignacio Fernández, Juan Fernando Quintero; Facundo Colidio y Maximiliano Salas.
El Lobo viaja a Núñez en medio de un clima complicado y con la urgencia de dar el golpe. No hay margen para más tropiezos: necesita puntos, aire y una muestra de carácter. En el Monumental, el desafío será mayúsculo, pero la esperanza sigue viva.
