Por Fernando Borrazás para el MIG
Foto: Gentileza prensa de la Liga Argentina de Básquetbol
Gimnasia superó a Ameghino de Villa María 73-71 en un encuentro que tuvo de todo: un bajo nivel de juego pero a su vez mucha intensidad, errores y aciertos varios y, como no podía ser de otra manera, culminó en suplementario.
El Lobo llegó al jueves teniendo en el horizonte dos juegos para terminar el año aunque, como veremos más tarde, terminó siendo uno solo. Y ese partido fue realmente increíble por varios motivos.
En la bajada destacamos dos cosas: un bajo nivel de juego y mucha intensidad por parte de ambos equipos. El resultado del primer cuarto lo dice todo, ya que terminó 13-11 para Los Gladiadores. Se esperaba un cambio en ese aspecto, pero apareció otro factor para hacer todo más complicado aún: la maldita humedad que sobrevoló el Polideportivo esa noche que, cuando más avanzaba el tiempo, más incomodaba a los protagonistas.
En el arranque del segundo período la visita disfrutó de –tal vez- su mejor momento, ya que llegó a sacar una máxima de seis puntos que con el correr del chico se fue reduciendo a tal punto que Gimnasia se quedó con el mismo por la mínima: 27-26.
Si algún iluso esperaba que tras el descanso largo las cosas cambiarían se equivocó de cabo a rabo, ya que el final del tercer cuarto marcó un 41-44 para Ameghino, un resultado mucho más acorde para un cierre de primer tiempo. Sumando a eso, la humedad continuaba haciendo de las suyas. A tal punto llegó la cosa que promediando el período Marcos Risso se filtró en la pintura intentando marcar un doble, Abeiro se lo impidió y tras volver de su viaje por el aire, Marquitos se resbaló y terminó con una fuerte contusión en su tobillo izquierdo que lo dejó fuera de juego durante el resto del partido.
Llegó el último cuarto y la diferencia entre ambos era escasa. Podía claramente preverse un tiempo suplementario, algo que finalmente ocurrió. El parcial se cerró con una paridad de 63 por lado, pero en el último instante también se cerró el corazón de Los Triperos, ya que Tygensen lanzó de tres a cuatro segundos del final y, por suerte, falló.
Comenzó el suplementario y, si durante el juego había pasado cualquier cosa, el período extra no se salió de libreto. Si bien Los Gladiadores quedaron con diez elementos disponibles para jugar ya que a la pérdida se Risso se sumó la de Santiago Bruera por cinco personales, el conjunto tomó parcialmente las riendas del juego. El que volvió a vestirse de héroe fue Alan Moreno, quien con un triple faltando menos de un minuto puso a El Lobo tres arriba. Más tarde llegaron dos conversiones desde la línea de libres de Juanpi Lancieri –terminó siendo el goleador del juego con 28 tantos- y de Moreno que llevaron el marcador lo que parecía el definitivo 73-68 cuando sólo quedaban por jugarse doce segundos. Pero Gimnasia se desconcentró –más bien digamos que se relajó- y Vieta aprovechó para meter un triple en absoluta soledad que selló el resultado final.
Dijimos al principio que Los Gladiadores tenían otro juego por delante previo al receso. Sin embargo, como consecuencia del temporal que asoló a buena parte de la provincia de Buenos Aires el domingo pasado con consecuencias nefastas, la delegación de Pico FC quedó varada en Río Gallegos tras disputar un encuentro contra Hispano Americano, por lo cual el partido fue postergado para 2024.
Gimnasia cerró el año con un récord de 8-6 y se ubica en la séptima posición. Teniendo en cuenta el bajo presupuesto con el que cuenta el Glorioso Básquet Tripero, los números son más que auspiciosos teniendo en cuenta todo ello. Ahora llega el período de descanso y luego la actividad se reanudará en enero.
Foto: Gentileza prensa de la Liga Argentina de Básquetbol
