Auspicioso debut de Los Gladiadores en la Liga Argentina

Por Fernando Borrazás para el MIG
Fotos Gimnasia Oficial
Gimnasia derrotó en el Polideportivo a Tomás de Rocamora 80-77 en un encuentro donde fue superior y no mereció sufrir hasta el final. Los destacados fueron Gian Franco Sinconi y Enzo Rupcic que marcaron 18 puntos cada uno y Raúl Pelorosso quien convirtió 17

Raúl Pelorosso, una de las figuras Triperas en el encuentro ante Rocamora (foto gentileza PRENSA GIMNASIA)
El Lobo arrancó muy bien en el inicio de la nueva temporada de la Liga Argentina, superando en todo momento al conjunto entrerriano, aunque sobre el final el marcador se achicó y terminó padeciendo el cierre de manera injusta.
Los renovados Gladiadores se enfrentaban a un gran desafío en su debut, ya que sólo tres de los jugadores que disputaron la emisión pasada de la competencia estuvieron a disposición del director técnico Fabián Renda. Pero, como se verá, el equipo pudo amalgamarse rápidamente y así quedó demostrado durante el partido.
El juego fue muy veloz desde el arranque, con ambos equipos atacando más de lo que defendían. Gimnasia, con cuatro triples marcados entre Boffelli -otro de los debutantes que dejó una gran impresión- y Sinconi se puso arriba en el marcador 12-7 a falta de poco más de seis minutos para el cierre del primer cuarto. Con esa inercia, El Lobo se escapó a 17 unidades mediante un doble de Sinconi, la máxima del juego, para luego cerrar el primer chico arriba 32-21.
La dinámica del segundo período no varió demasiado respecto al primero, con Los Gladiadores manejando el ritmo de juego y manteniendo una ventaja siempre superior a las diez unidades. Pero una mala noticia llegó desde el parqué: Franco Barroso, que regresó al club luego de jugar una temporada en la Liga Nacional, se cargó rápidamente de faltas -tres, para ser precisos- y ello obligó a que Renda lo reemplazara por Enzo Rupcic que, luego, terminó siendo una figura determinante. La llegada del descanso largo dejó un resultado de 41-31 favorable al Tripero.
El arranque del tercer cuarto dejó en claro que Rocamora no se iba a resignar a perder sin revelarse ni dejar todo en el campo de juego. El conjunto de Concepción del Uruguay cuenta con jugadores interesantes como Cavalín, Richard y Berrios, más la sangre joven de Corvera y Krapp, entre otros. Más allá de eso, la diferencia se mantuvo en diez unidades, con un 59-49 final.
Fue allí donde El Lobo comenzó a perder -en parte- el control del juego. Mucho tuvo que ver con el hecho de que Barroso cometiera una nueva falta y quedara al borde su salida del partido. Algo similar ocurrió con Rupcic, por lo cual el riesgo cierto de quedarse sin pívots definidos y de gran presencia en las pinturas disminuyó las chances del equipo en la zona baja, cuestión que podía ser aprovechada por Rocamora.
Más allá de eso, el conjunto entrerriano apenas si pudo acercarse a 6 puntos de diferencia, lo que rápidamente fue contrarrestado por triples convertidos por Pelorosso, Juan Pablo Lancieri, Rupcic y Sinconi. De ese modo, la diferencia se amplió una vez más a diecisiete puntos (78-61) a falta de falta de 2:26 para el cierre. Parecía todo definido en favor de Los Gladiadores, pero el básquet es el deporte menos previsible de los juegos previsibles. Y, por eso, lo impredecible ocurrió.
Tomás de Rocamora se jugó el resto mediante movimientos veloces y con mucho lanzamiento desde el perímetro, algo que le resultó útil. Pero el inconveniente fue la actitud de Gimnasia, que ingresó en el vértigo que imponían los visitantes, lo cual resultó ser un error evitable. El Lobo debió hacer todo lo contrario, jugar contrarreloj, agotar el tiempo de posesión y, por qué no, aprovechar alguna falta cometida por el rival.
Así, la diferencia se fue achicando poco a poco y cada vez más rápido, a punto tal que faltando sólo 5 segundos el resultado era 80-77 en favor de Los Gladiadores. El Bocha Barroso tuvo dos libres para liquidar el juego pero los falló y, acto seguido, le cometió falta a Krapp lo que le valió su salida del partido por llegar a su quinta falta personal. El jugador del Rojo, con tres segundos por delante, no pudo convertir sus lanzamientos y así se selló la victoria Tripera. Un sufrimiento innecesario pero entendible, ya que el equipo está en formación y necesitará de algunos juegos más para terminar de ensamblarse.
El Lobo volverá al ruedo el próximo viernes, cuando enfrente a la Unión de Colón de Entre Ríos nuevamente en el Polideportivo a partir de las 20:30. Una gran oportunidad para corregir los defectos y potenciar las virtudes del equipo.