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Aborto: ni por el bien de las mujeres, ni cuestión de salud pública

Por Agustina Sucri – La Prensa 21-11-2020

Un especialista en obstetricia con 35 años de experiencia en la profesión explica por qué las propias estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación dejan al descubierto el engaño que busca hacerse creer a la población para que se apruebe la Ley de Interrupción Legal del Embarazo. Una iniciativa que se apoya en el desconocimiento de la vida humana y con intereses ocultos.

Las estadísticas publicadas por el Ministerio de Salud de la Nación indican que en 2018 murieron un total de 35 mujeres por “embarazo terminado en aborto”. Estos son datos no opiniones, como les gusta remarcar a muchos de los que hoy vuelven a alzar sus pañuelos verdes en reclamo por la aprobación de la “Ley de Interrupción Legal del Embarazo”, que no es otra cosa que la autorización para eliminar libremente a los nonatos. Como si con eso bastase  para librarse del cargo de conciencia de matar a una vida humana.

“Esas 35 muertes eran por aborto en general, incluyendo los abortos espontáneos, de modo que son todavía menos las que habían muerto por aborto provocado”, detalló en una entrevista con La Prensa el doctor Ernesto Beruti, médico obstetra y jefe del servicio de Obstetricia del Hospital Universitario Austral.

En ese sentido, remarcó que “es mentira que el aborto clandestino es la primera causa de muerte materna en la Argentina y eso está demostrado por las estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación”.

“La causa número uno de mortalidad materna son los trastornos hipertensivos, después las sepsis puerperales y, en tercer lugar, está la mortalidad materna por aborto”, contrastó.

Por lo tanto, el punto de partida que pretende justificar el interés por impulsar esta ley no encuentra sustento ni en la realidad ni en las cifras oficiales. “No es lo mismo decir que se mueren 20 mujeres por abortos, como ocurrió en 2017, que decir que se mueren 200, 10.000 o 20.000. La diferencia es importante”, remarcó Beruti.

En opinión del especialista, la legalización del aborto no es una cuestión de salud pública, “es evidente que es una cuestión política e ideológica, que se ha manipulado y se sigue manipulando”.

Las verdaderas problemáticas que en la actualidad atentan contra la salud de la mujer distan mucho del aborto. “Cuando uno se fija cuáles son la principales causas de la mortalidad de las mujeres en edad reproductiva, de 15 a 49 años, observa que son el HIV, el chagas, el suicidio… recuerdo que las estadísticas de 2016 indicaban que se suicidaban 645 mujeres jóvenes por año. ¿Qué hacemos como país para cuidar la salud mental de nuestras jóvenes? Y accidentes de auto también hay un montón. ¿Dónde están las campañas de salud pública para evitar eso? Si fuera un problema de salud pública, tendríamos que atacar aquellas enfermedades o patologías que producen mucha mortalidad y no una que produce 20 por año”, subrayó para luego agregar: “Pero aclaro que para las familias de esas 20, es un horror. No hay que minimizar ninguna muerte. No debería morirse ninguna”.

Por eso Beruti insistió en que “hay un montón de causas que son muchísimo más frecuentes que el aborto y que no se toman en cuenta”.

VER PARA CREER

Según el obstetra, no se puede considerar que aquellas personas están a favor del aborto son asesinas, ya que sostiene que “hay muchísima gente honesta que piensa que el aborto es la solución y quiere el bien de la mujer pero la verdad es que no conocen y no saben lo que es un embrión humano”.

“Por mi especialidad hace 35 años que estoy en contacto con el embrión humano. Lo he visto, a mí no me lo dijo nadie, he tenido embriones en mis manos de todas las edades gestacionales, entonces cuando hablan del aborto, a quienes hemos tenido contacto con la vida humana desde el inicio nos queda clarísimo que la vida humana comienza en el mismo instante de la concepción”, resaltó.

En ese sentido, hizo hincapié en que no solamente está demostrado científicamente que la vida se inicia en la concepción, sino que además “cuando tuviste en tus manos embriones humanos de dos meses y viste que tenían forma humana, que tenían dos puntos negros que eran los ojos, les veías las piernitas y los brazos y les podías contar los dedos de la mano, nadie puede negar en ese momento que eso es un ser humano”.

”La verdad es que es vida humana. No se puede atentar contra esa vida. Nadie tiene derecho a eliminar una vida humana”, insistió.

– ¿Por qué cree que tanto a nivel local como mundial hay tanto interés en avanzar con la normalización del aborto?

– Se dice que hay un interés a nivel de organismos mundiales, que tienen políticas de disminución de la natalidad. De esto se habla desde el famoso informe Kissinger, de la década 70, que proponía disminuir los problemas demográficos mundiales disminuyendo la natalidad. Además, a mí no me consta, es lo que he leído, se habla de que hay ciertos organismos mundiales que prometerían ayuda o créditos a distintos países emergentes si legalizan el aborto.

Hay otros muchos países que se han opuesto. No hay ninguna institución en el mundo que pueda obligar a un país a aprobar la ley del aborto. Por eso nuestro país la rechazó en 2018 y hay varios países que no la tienen aprobada.

Ha habido a lo largo de los años una campaña del lobby abortista, que ha sido muy fuerte y que comenzó en la década del 60, con un médico que fue famoso por abortista, el doctor Bernard Nathanson, de Estados Unidos, que fue considerado el rey del aborto. El junto a su amigo Larry Lader fueron los que insistieron y empezaron el lobby para que la Corte Suprema de los Estados Unidos se pronunciara a favor del aborto en el famoso caso Roe versus Wade. Ellos sabían que estaban mintiendo con las cifras, lo cual quedó plasmado en la biografía de Nathanson, quien después se hizo provida. Y él fue el que desenmascaró el lobby del aborto y dijo nosotros mentíamos para instalar en la sociedad americana que el aborto era lo más conveniente para las mujeres porque se morían muchas por causas de abortos clandestinos. En esa época había en estados Unidos entre 100 y 200 muertes por año por aborto. Ellos decían que se morían 10.000… si uno habla de 10.000 cualquiera dice es una locura, hagan algo.

– Es lo mismo que está pasando acá.

– Obvio. Es lo mismo que pasó en un montón de países que hicieron eso. Y después le echan la culpa a la Iglesia católica. Nada que ver. La Iglesia católica siempre estuvo a favor de la vida y lo va a seguir estando. Mienten, miente, y se instala en la opinión pública y al final la gente lo cree.

– Como usted mencionó, parecería que muchas de las personas que están a favor del aborto lo están por un completo desconocimiento de lo que es el inicio de la vida y el significado de la vida desde el mismo momento de la concepción.

– Totalmente. La gente habla por lo que le dicen, por lo que lee, por lo que le comentan. Pero la verdad es que no saben. No es cuestión de tener razón, si yo te muestro un embrión no vas a tener dudas de que es una vida humana.

– ¿Qué vislumbra que sucederá en este nuevo intento de legalización del aborto?

– Todavía tengo mi esperanza. En Diputados hay mayoría a favor del aborto pero en Senadores, por lo que leí, todavía siguen siendo más los que están en contra de la ley del aborto. Después, más de uno se puede dar vuelta. Pero nunca hay que perder la esperanza.

Un ridículo argumento 

En medio de una pandemia que está afectando profundamente a nuestro país, con indicadores de morbimortalidad avergonzantes y dolorosos, el Poder Ejecutivo Nacional envía al Congreso de la Nación un proyecto de ley para tratar la interrupción voluntaria del embarazo, argumentado que es un problema de Salud Pública.

Los informes técnicos refutando esta afirmación ya fueron presentados una y otra vez, tanto en el Congreso de la Nación como en medios de comunicación y en ámbitos académicos, pero no fueron suficientes para modificar u orientar las decisiones políticas. Estas se acomodan exclusivamente por las encuestas, las ideologías cerradas o los intereses económicos. El problema de fondo, la causa raíz que no se resuelve es la pobreza; las muertes maternas, la mortalidad infantil, así como las causadas por tuberculosis, sífilis congénita, chagas, sarampión, solamente son los emergentes.

Impusieron el aislamiento social reconociendo las graves falencias del sistema de salud pública, que no se resolvió ni se resolverá solamente con más camas de terapia intensiva o respiradores. Aprobaron asignaciones sociales de “emergencia” reconociendo las escandalosas cifras de pobreza. Pero en lugar de resolver los problemas de fondo, se descarta a los más débiles, a los grupos vulnerables, con medidas de ajuste y muerte. Se condenan a los jubilados a la extinción, así como los neonatos están sentenciados a no nacer. Una fórmula letal para ocultar el problema y perpetuar la pobreza económica, educativa, sanitaria, social y espiritual que nos está asfixiando.

SUBREGISTROS

Ultimos datos publicados por el Ministerio de Salud de la Nación: 33 muertes anuales por aborto (no todas por aborto criminal), 7.262 muertes infantiles en menores de 5 años, 768 de estas muertes no recibieron atención medica durante su enfermedad o lesión, otras 14 fueron por desnutrición, 40 por diarrea infecciosa, 36.106 muertes por covid.    ¿Cuál es el problema de Salud Pública? Que hay subresgistros, seguro, y en todas las patologías, ese es otro problema grave y prioritario.

La mortalidad materna tanto de Chile como de Uruguay era menor a la de Argentina mucho antes de la legalización del aborto en esos países, que registran menor mortalidad infantil y mejores indicadores sanitarios con un gasto en salud per cápita también menor.

Los que valoramos la vida humana desde su concepción hasta la muerte natural nos sentimos profundamente dolidos y agraviados por este proyecto de Ley. Y, a su vez, los que trabajamos y conocemos el sistema de salud, así como los que tenemos información sobre estadísticas de Salud Pública nos sentimos estafados intelectualmente por los argumentos falaces que presentan los que dicen conducir el sistema de salud argentino.

Dr. Miguel Angel Schiavone
Rector Universidad Católica Argentina

Ver contenido original https://www.laprensa.com.ar/496094-Aborto-ni-por-el-bien-de-las-mujeres-ni-cuestion-de-salud-publica-.note.aspx

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