GIMNASIA

CRÓNICA DE UN VIAJE SINUOSO Y CON CLAROSCUROS

Por Fernando Javier Borrazás para el MIG

Fotos Gimnasia Oficial


El básquet Tripero viajó a Junín para disputar cuatro encuentros, de los cuales salió airoso en dos y cayó en sendos juegos. Cuestiones diversas que desarrollaremos darán una pequeña explicación de por qué de esta situación.

Gimnasia venía de tres triunfos al hilo, superando -como ya dijimos anteriormente- a Estudiantes en Olavarría, a Quilmes en Mar del Plata y a Ciclista en el Polideportivo. Fueron triunfos merecidos y, en algún caso, categóricos. Pero todo cambió sin demasiada lógica durante la estadía en el gimnasio de Ciclista Juninense, salvo en el
último juego.

En el primer partido, enfrentamos a Del Progreso de General Roca, Río Negro, conjunto que venía de tres derrotas consecutivas y un juego pobre. Parecía el escenario ideal para seguir con la racha ganadora, pero nada de eso ocurrió como ya veremos.

Por empezar, cabe destacar el paupérrimo goleo del Tripero en el primer cuarto: apenas nueve puntos sobre diecisiete del equipo rionegrino. En el segundo período las cosas cambiaron un poco, con un parcial de 21-17 en favor de Gimnasia, que no alcanzó para irnos al descanso largo arriba en el marcador.

El segundo tiempo arrancó con una mayor cantidad de unidades marcadas por ambos equipos, pero seguimos abajo en el tanteador con un 24-21 para Del Progreso. Era evidente que -hasta ese momento de la temporada- fue el peor juego del conjunto Gimnasista. Pero todavía quedaban diez minutos de básquet y bueno… todo era posible en el marco de un juego de bajo vuelo y ante un rival accesible.

En ese escenario, lo peor llegó en el final. A falta de cuatro segundos y con el partido igualado, el interminable Nicolás Gianella recibió una falta que le permitió ir a la línea de libres. Convirtió las dos unidades y desde la banca del rival solicitaron tiempo muerto. Insistimos: quedaban sólo cuatro segundos y, sin más, sólo había que marcar la salida del rival y defender el perímetro sin falta. Sin embargo y de manera insólita, la defensa de Gimnasia dejó libre a Burgos sobre la chicharra, quien lanzó un tiro de tres puntos que selló el juego. Fue derrota 77-76 ante uno de los equipos más flojos de la Conferencia Sur.

Un día después, el rival fue Deportivo Viedma, quien nos superó en forma categórica 76-92. Más allá de eso, hay que destacar dos cuestiones: Gimnasia estuvo en juego durante gran parte de éste -salvo en el último cuarto- y además enfrentó a un rival que, de no ser que ocurra algo demasiado extraño, es el gran candidato por quedarse con la Conferencia Sur y acceder a las finales por el ascenso a la Liga Nacional. Dicho ello, debemos resaltar que lo del conjunto Tripero fue digno y dio pelea hasta donde alcanzaron las fuerzas.

El sábado, el rival era Bahía Básquet, un equipo plagado de juveniles que venía de descender de la Liga en la temporada anterior. Teniendo en cuenta los juegos previos del bahiense, uno podía apreciar que era la chance de volver al triunfo algo que finalmente ocurrió, pero no sin sufrimientos hasta el mismo cierre del partido.

El primer cuarto marcó la tónica del juego: Gimnasia lo ganó con un goleo muy bajo, 13-12, lo cual no se modificaría en mucho durante lo que luego ocurrió. El segundo período fue para Bahía Básquet 19-17 y el tercero terminó igualado en veintiuno. Los Gladiadores -finalmente- se quedaron con el juego, pero de forma angustiosa. A falta de dos minutos, pasaron al frente por dos unidades, las cuales se ampliaron a cinco a falta de veinticuatro segundos. Pero -otra vez, y como ocurrió ante Del Progreso- malas decisiones tanto en ataque como a la hora de defender, nos pusieron en un aprieto realmente increíble, ya que el equipo bahiense tuvo la chance en igualar el juego sobre el mismo cierre. A Dios gracias, ello no ocurrió y fue triunfo Tripero 71-68, pero con un mal partido colectivo e individual, a más de un goleo otra vez muy bajo.

El solaz llegó en la última jornada, disputada ayer ante Villa Mitre de Bahía Blanca. En este caso, Gimnasia volvió a ser el de los tres partidos iniciales. Equipo duro al momento de defender, cuasi implacable al momento de atacar y dejando al rival lejos de cualquier chance de acortar distancias y complicar al equipo para quedarse con el triunfo, más allá de los buenos oficios y jugadores del equipo bahiense. Los parciales lo dicen todo, pero sobre todo el último: 24-16, para cerrar el juego 80-65 que no deja lugar a ningún reparo a la hora de destacar el merecimiento de la victoria.

Luis Garisto, aquel técnico del fútbol Tripero que supo dirigir al equipo durante tres campeonatos acuñó una frase que viene como anillo al dedo para este momento del básquet de Gimnasia: “Ni fenómenos cuando ganamos, ni desastres cuando perdemos”.

Tal vez, deberemos reflexionar sobre eso y darnos cuenta de que Los Gladiadores se encuentran en una nueva etapa que -claramente- puede permitir estos vaivenes. Los números fríos marcan que contamos con un récord de 5-2, en el marco de una nueva temporada de la Liga Argentina que estamos disputando gracias a la intervención de un vocal de esta nefasta comisión directiva quien impidió que desde la presidencia bajen al GLORIOSO BÁSQUET TRIPERO de la competencia, lo cual no es poca cosa.

Tampoco es cuestión de conformarse pero, eso sí, de darse cuenta que el presente podría ser absolutamente nefasto. Y también hay que decir que -si las cosas lentamente se van acomodando camino al andar- el futuro puede ser más que venturoso.

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