Por Alberto Raimundi para el MIG
El enfrentamiento entre Gimnasia y Boca por la 23° fecha se suspendió a los 9 minutos del primer tiempo por las consecuencias de una ataque criminal perpetrado por las fuerzas de seguridad bonaerenses contra socios e hinchas de Gimnasia, dejando un tripero muerto y varios heridos.
El BOSQUE era una fiesta como siempre. El PUEBLO TRIPERO recibió a GIMNASIA, que se jugaba la última ficha para prenderse nuevamente en la pelea por el campeonato, de manera apoteótica y memorable. El comportamiento de la Familia Gimnasista en la previa y en todo momento fue ejemplar.
Arrancó el partido, y a los 9 minutos la pelota dejó de rodar intempestivamente, porque el aire comenzó a hacerse irrespirable tanto para los protagonistas como para los hinchas, viciado por el gas lacrimógeno arrojado, afuera y adentro, por los temerarios e irresponsables efectivos de la policía provincial. También eran incesantes las detonaciones de armas de fuego provenientes del exterior.
La increíble cantidad de gas lacrimógeno arrojado por los efectivos policiales, primero en el sector de ingreso a la Platea Néstor Basile, ubicado sobre la Avenida Centenario, detrás de la tribuna que da al Bosque, y luego desde otros sectores hacia el interior del predio, comenzó a afectar a los hinchas y socios de Gimnasia ubicados en todos los sectores del estadio, por lo que lógicamente intentaban salir hacia el exterior, donde eran recibidos por la policía a balazo limpio y más gas, y se encontraban con las puertas cerradas, por la misma policía, prácticamente una hora antes del inicio del partido -pactado para las 21.30- habiendo aún lugar en las gradas y con SOCIOS de Gimnasia con su carnet y platea en mano con el derecho a ingresar.
Producto de esta insólita situación generada por la policía, que ocasionó muchos heridos de diversa gravedad, desesperación, niños perdidos, y demás perjuicios tanto físicos como emocionales a los casi 30 mil triperos presentes, un socio de querido y respetado de Gimnasia, Cesar Gustavo Regueiro, de 57 años, se descompensó, y falleció unos minutos mas tarde.
Más allá de las falacias expresadas por la mayoría de los medios hegemónicos locales y nacionales, mal informados, tendenciosos y obedientes de las líneas editoriales definidas en base a intereses politiqueros y económicos, alejados de la verdad, aunque luego, ante la abrumadora claridad de las imágenes y testimonios de víctimas y testigos presentes, y la imposibilidad de demostrar sus versiones originales, fueron desdiciéndose y cambiando de discurso, lo cierto es que lo sucedido la noche del jueves en el Estadio Juan Carmelo Zerillo, fue un ACTO CRIMINAL cometido por el Estado provincial, en manos de su fuerza de seguridad, contra el Club de Gimnasia y Esgrima La Plata, contra su Patrimonio Social y contra su gente, la Familia Gimnasista. Terrorismo de Estado, sin dudas. Los responsables directos de esta locura no solo son los que apretaron el gatillo, sino las más altas autoridades provinciales, comenzando por el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, siguiendo por el titular del Ministerio de Seguridad de la Provincia, Sergio Berni, y de ahí para abajo, todos los que participaron de este CRIMEN, planificado premeditadamente.
Porque cabe destacar y jamás hay que olvidar, que el Pueblo Gimnasista viene librando una guerra, declarada por todo el arco politiquero provincial y también municipal hace ya mas de 3 décadas, en defensa de su Patrimonio Social, concretamente el ESTADIO DEL BOSQUE. En estos mas de 30 años, los embates de la politiquería contra la casa de todos los Triperos fueron constantes, la mayoría de las veces contando con la complicidad de la prensa hegemónica local y nacional y de las propias comisiones directivas de Gimnasia, que con sus actitudes traidoras y cipayas le han dado la espalda al Pueblo y a los intereses y Patrimonio de la institución. Con batallas perdidas y ganadas, en definitiva el Pueblo Tripero se las ingenió siempre para mantenerse en el lugar a donde pertenece. Los que conocemos el paño, y estamos desde el primer minuto del lado de la Causa Gimnasista, no tenemos dudas de que este crimen cometido el jueves, es otra embestida contra el Sagrado Templo del Bosque. De hecho, ni bien se sucedieron los hechos, y mientras la gente de Gimnasia se estaba resguardando de los efectos de este ataque cobarde proveniente del mismísimo sector oficial, la mayoría de los medios de comunicación y los actores politiqueros, incluyendo al Intendente de la Ciudad de La Plata, salían a criticar al Bosque e instaban a mudar a Gimnasia al estadio Ciudad de La Plata. Curiosamente, es allí donde la misma policía mato a un hincha de Lanús, y usando aquel episodio, decretaron la prohibición de concurrencia al fútbol por parte del público visitante en todas las categorías. Objetivo también perseguido durante años por la politiquería en complicidad con la dirigencia del fútbol. Mientras ambos sectores conviven y financian a quienes generan todos los problemas en el fútbol, los barras, y los utilizan, aun hoy.
Sin ir mas lejos, lo que resta jugarse del partido se habría reprogramado para el miércoles 19 de octubre en estadio “a designar” y tampoco estaría confirmada la presencia del público local. Un atropello. Una falta de respeto.
