EN UN PARTIDO EXTRAÑO Y POR MOMENTOS MAL JUGADO, LOS GLADIADORES BAJARON AL PUNTERO DE LA CONFERENCIA
Gimnasia derrotó a Zárate Básquet 74-72 con un doble sobre el cierre del juego de Nicolás Gianella, la figura del partido. Además de Nico, Juan Pablo Lancieri, Tomás Ligorria y Joaquín Acuña fueron los más destacados en El Lobo.
Partido raro si lo hubo, tal vez el más extraño de todo el derrotero de Los Gladiadores en esta Liga Argentina. Se enfrentaba a Zárate, que llegaba al Polideportivo con un récord de 6-3 y, como dijimos, puntero de la Conferencia. Además, el conjunto Tripero debía cambiar radicalmente su imagen y juego desplegado ante Quilmes en Mar del Plata y contra Estudiantes en Olavarría.
Para ello, tuvo una ventaja importante: los doce jugadores que estuvieron en la planilla son los que habitualmente allí están, esta vez no hubo bajas por cuestiones diversas. Por otra parte, el apoyo de la gente resultó fundamental, la cual colmó gran parte de las gradas del Polideportivo.
En ese contexto, el primer cuarto fue un verdadero espanto. Uno se pregunta, a esta altura de las cosas, si el bajo goleo del visitante respondió a una efectiva marca Tripera o a la impericia de sus jugadores. Sea como sea, El Lobo se llevó el primer chico por un increíble -por lo bajo- 14-13.
En el segundo período, Zárate mostró lo mejor de su juego con Andújar como abanderando y se lo quedó 11-19, resultado que marcó un 32-25 para irnos al descanso largo.
A pesar de todo, Gimnasia seguía en partido. Con Nicolás Gianella como abanderado, El Lobo tuvo un muy buen tercer cuarto, el mejor de todo el juego hasta ese momento, a tal puto que se lo llevó 31-19 y llegamos al último descanso corto 56-51 arriba. Quedaban diez minutos más de básquet y todo podía pasar.
El último cuarto fue dramático. Zárate abrió el marcador de éste con dos libres de Baquero, Nico amplió la diferencia Tripera con un doble y rápidamente contestó Andújar para reducir la ventaja a sólo tres unidades, todo ello en menos de un minuto de juego. Y así fue hasta el final, aunque con muchos matices más que interesantes y -por qué no decirlo- para el infarto.
A falta de 2:43, Zárate perdió un jugador fundamental: Lucas Andújar, quien hasta ese momento había jugado más de treinta y un minutos y convertido quince puntos, salió del parqué por cinco faltas personales. En su lugar ingresó Pascolatt, otro buen jugador al que Gimnasia debería tener muy en cuenta sobre todo en defensa, como ya veremos cuando analicemos el final del juego.
Producto de todo ello, El Lobo sacó una pequeña luz de ventaja -70-65, a falta de 2:30 para el cierre- pero el visitante no se iba a entregar fácilmente. Mediante el trabajo de Pineda, primero con un simple y luego con un triple, Zárate achicó la diferencia a sólo una unidad cuando restaban jugarse cincuenta y tres segundos del último chico.
Cuando faltaban treinta y un segundos, Tomás Ligorria convirtió a través de una bandeja que puso el resultado 72-69 y, casi inmediatamente, Lancieri recibió una falta que lo llevó a la línea de libres. Lamentablemente falló ambos lanzamientos y, producto de una grave distracción defensiva, Pascolatt convirtió un triple a falta de dieciséis segundos. Partido igualado y todo indicaba que lo más probable era que el juego fuera a suplementario. Pero allí apareció la magia de Nicolás Gianella.
Como dijimos, sólo quedaban dieciséis segundos por jugar y Nico se hizo cargo del manejo del balón. Durmió el reloj todo lo que pudo y, cuando se agotaba el tiempo, atacó la pintura y mediante una bandeja convirtió un doble que sería definitivo. Allí, el Polideportivo terminó de estallar: El Lobo le había ganado al puntero y, quizá, poco importaba en ese momento qué tan bien había jugado el equipo. Era momento de festejar y nada más.
Los Gladiadores volverán al ruedo el próximo lunes, cuando reciban en el Polideportivo a Villa Mitre de Bahía Blanca, otro de los animadores de la Conferencia Sur. Habrá que ver que ocurre en ese juego, porque este Gimnasia -como lo ha demostrado durante la competencia- debe ser analizado partido a partido.
Foto: gentileza Prensa Gimnasia