Un papelón sin final: Gimnasia volvió a dar pena y fue goleado en el Bosque

Por Alvaro Grigioni (@AlvaroGrigioni) para el MIG
Fotos Jorge Liberatore – Gimnasia Oficial
Gimnasia no da señales de vida y volvió a defraudar a su gente con una durísima derrota por 3-0 ante Rosario Central en el Juan Carmelo Zerillo, por la décima fecha del Torneo Clausura. El equipo de Orfila fue un fantasma y sumó su tercera caída en los últimos cuatro partidos.
El comienzo del partido fue un resumen de lo que vendría: dormido, sin reacción y regalando espacios. A los 2 minutos, Enzo Copetti desbordó por derecha, tiró un buscapié al primer palo y Alejo Véliz, completamente solo, definió de primera para el 1-0. Desde entonces, el Lobo quedó a merced del Canalla, que manejó el ritmo del juego con tranquilidad.
La primera parte, además, dejó dos malas noticias. Renzo Giampaoli salió lesionado, y minutos más tarde, Facundo Di Blasi también tuvo que dejar la cancha con evidentes gestos de dolor: se teme una lesión ligamentaria en su rodilla.
En el complemento, todo empeoró. A los 13 minutos, Fernando Echenique expulsó de forma insólita a Fabricio Corbalán por doble amarilla. La segunda infracción apenas existió y encendió la bronca en el Bosque. Paradójicamente, con uno menos, Gimnasia mostró su mejor cara. En ese rato, Juan Pintado envió un buen centro desde la derecha que Jeremías Merlo conectó de cabeza y mandó al fondo del arco. Era el empate y su primer gol en primera, pero el juez lo anuló por una inexistente falta en ataque.
La ilusión duró poco. Cuando el Lobo parecía animarse, Central apretó el acelerador y lo liquidó. A los 37, Enzo Giménez conectó de cabeza un centro preciso de Di María y puso el 2-0. Tres minutos después, el propio Fideo clavó un golazo para cerrar la goleada. El VAR anuló un cuarto tanto a los 42 por offside, que hubiese sido el moño perfecto para una tarde gris.
La imagen de Gimnasia fue patética. Los errores individuales se sumaron a un planteo desordenado y sin respuestas. Alejandro Orfila sigue sin encontrarle la vuelta, y la dirigencia encabezada por Mariano Cowen permanece en silencio, mientras el equipo se hunde cada vez más.
El panorama es preocupante y el Lobo deberá reaccionar rápido. Por ahora, todo parece ir cuesta abajo.








