NADIE MANDA SI NADIE OBEDECE. GRAN RESPUESTA DE UNA FAMILIA ARGENTINA ANTE EL ABUSO DE PODER DEL ESTADO.

Por Alberto Raimundi
En la localidad de Crespo, provincia de Entre Ríos, una familia defiende sus derechos naturales y constitucionales contra el atropello de un Estado que, a través de sus instituciones, en este caso la escuela, permanentemente viola derechos, leyes y la propia Carta Magna de nuestro país, poniendo en riesgo constante el bienestar físico y mental de todos nosotros.
Alda Blanco y Samuel Escobar explican como actuaron ante la prepotente conducta de las autoridades escolares, quienes quisieron obligar a su hija a utilizar el inútil “bozal”, que llaman “tapabocas” o “barbijo”, comprobadamente dañino para la salud física y psíquica de los seres humanos.
Un ejemplo a seguir, porque cuando las autoridades que tienen el poder usurpado, atentan contra los ciudadanos de bien, y no respetan sus derechos, la desobediencia es un deber.
Nadie manda si nadie obedece.