El palacio Achinelli
Por Roberto G. Abrodos para La Plata Mágica (Columna)
En viejas fotografías tomadas desde la plaza Moreno, hacia la derecha desde siempre se divisaba una cúpula redonda que corresponde a un verdadero palacete de estilo que tiene su historia, ya que desde el año 1911 fue construida en la Avenida 53 y la Calle 11 a pedido del escribano Estevan Achinelli (curiosamente, originalmente llamado Esteban, el dueño de este palacio firmaba sus documentos modificando su nombre para evitar falsificaciones) que fue uno de los primeros escribanos que tuvo la ciudad y fue socio fundador del Colegio de Escribanos de La Plata. La construcción de este magnífico palacio se debe a la obra del arquitecto Franceschini y al ingeniero civil Guglielmi. A todo confort y con materiales importados en su mayoría con cerámicas francesas en el frente y mármol italiano, su dueño no reparó en gastos para esta magnífica mansión. Fue la primera construcción de la ciudad que contó con un elevador, desde su cúpula podía verse el Río de La Plata.
El edificio ocupa la totalidad del terreno de un lote en esquina, con fachadas sobre la línea municipal y destacando el remate de la esquina con una torre con cúpula. Sobre calle 11, tenía la entrada de carruajes que actualmente ocupa una nueva construcción ejecutada con posterioridad, que respeta la altura del edificio original. La propiedad fue un obsequio a la esposa del matrimonio Achinelly, perteneció a la familia hasta que, tras enviudar, Estevan vendió la propiedad a médicos de prestigio, el Dr. Eusebio Albina y su hermano Carlos que luego de una serie de reformas fue convertido en sanatorio.
Finalmente, el edificio fue adquirido por la Provincia de Buenos Aires, que en 1973 trasladó allí la sede de la Radio Provincia emisora ésta que había tenido distintos destinos. Desde el año 2006, este caserón de estilo cuenta con la declaración de Patrimonio Monumental Arquitectónico y Urbanístico, otorgado por la Municipalidad.