La Estancia de Iraola en el Bosque
Por Roberto G. Abrodos
El Paseo del Bosque es el mayor espacio verde de la ciudad de La Plata y uno de los lugares que caracteriza a la capital bonaerense. Fue parte de la estancia de Martín Iraola que fuera expropiada con motivo de la fundación de La Plata. Los Iraola eran muy afectos a plantar árboles, o sea, es un bosque plantado por la familia. Los fundadores transformaron el bosque de eucaliptus en un paseo público al que llamaron «Parque Buenos Aires». Se extendía en su origen entre las calles 44, 60, 120 y 1.
Con respecto al casco de la estancia que ya estaba terminada en 1856, o sea que precede a la ciudad, en épocas recientes fue investigado por arqueólogos históricos. El lugar y la basura cuentan un poco la vida de los que en ella habitaron, se sabe que los pozos de basura están algo alejados de la casa por razones de higiene. Según me contaba Ana Igareta, Licenciada en Antropología y especialista arqueología histórica urbana, finalmente cotejando planos y fotos antiguas donde se ve al final de la avenida la construcción de la estancia, se encontró el lugar de la basura dentro del predio del observatorio astronómico. Esta casona fue el lugar donde pernoctaron antes de la fundación de La Plata el fundador Dardo Rocha y familia.
Posteriormente, el lugar fue utilizado como sala de telégrafo, policía, entre otras primeras utilidades. Según me refería la investigadora se aprecia en fotos antiguas que hay una pequeña araucaria que hoy todavía existe. Igareta cuenta además que la casa tenía un diseño muy funcional para la época en que fue construida y se hace mención en los planos a una “azotea” donde se podía hacer un control visual del ganado hacia el río. Otra particularidad de la vivienda es el jardín que Gerónimo Iraola mandó a diseñar por un paisajista francés para su esposa. Lo que es un verdadero misterio es por qué se demolió la casa en 1911 ya que era de excelente construcción y estaba en perfecto estado de conservación. Es una verdadera lástima no haber conservado ese lugar del que sólo quedan algunas viejas fotografías.