COLUMNASLA PLATALA PLATA MAGICA - Roberto Abrodos

La casa del poeta más famoso (Almafuerte)

Por Roberto G. Abrodos para La Plata Mágica (Columna)

Pedro Bonifacio Palacios, más conocido por Almafuerte vivió sus últimos días en la calle 66 número 530, entre 5 y 6 de nuestra ciudad, y la más antigua referencia de la vivienda se encuentra en el Registro de la Propiedad de La Plata, que dice así: “El 29 de abril de 1886, siendo las 3 y 45, se presentó a este Registro la siguiente inscripción: Don Antonio Ferreira vende a Don Eugenio De Milani, con fecha 1 de abril del presente año y ante el escribano Don Enrique García, un lote de terreno ubicado en esta ciudad, señalado en el plano especial con el número 10 —manzana M— Sección 29, compuesto de 7,50 metros de frente por 50 metros de fondo; lindando al Sud-Oeste el lote 9; al Nordeste terreno particular al Nordoeste el Boulevard 66 y al Sudeste el lote 1, la venta se efectúa por la suma de Doscientos pesos Nacionales”.

Años más tarde, el 21 de mayo de 1911, De Milani se presentó ante el escribano don Francisco y Silva revelando que el 8 de ese mismo mes y año había vendido a don Pedro Benjamín Palacios y Rodríguez un lote de su propiedad con frente a la calle 66 en la suma de seis mil pesos moneda nacional y al contado.

La casa fue construida por De Milani, quien la terminó en 1886. Es de una sola planta. En su frente presenta una alta ventana, y a cada lado de ésta una puerta; la de la derecha, que da acceso al jardín, y la de la izquierda, que comunica con la amplia sala, a continuación de la cual hay dos habitaciones y la cocina; el baño está separado del resto de la edificación y ubicado después de un gran tinglado que hizo construir el poeta. Además, había en aquel entonces un pequeño altillo sobre la cocina, al cual se llegaba con una escalera portátil. Los techos, de vigas con ladrillos a la vista, lo mismo que los pisos de todas las habitaciones, zaguán y del patio.

Almafuerte adquirió la propiedad con un subsidio acordado por el gobierno de la provincia de Buenos Aires. En ella, acompañado de los cinco hijos de su sobrina, doña Jacinta Suárez Palacios de Loustau, pasó sus últimos años dedicando parte de su tiempo al cuidado de la huerta y del jardín, donde plantó varios árboles, de los cuales aún se conservan un rosal y una higuera. También construyó un horno, en el cual el poeta gustaba hacerse él mismo diariamente el pan. A su muerte, ocurrida el 28 de febrero de 1917 y de acuerdo con la cesión de derechos que había realizado, la propiedad quedó en poder de los cinco hijos menores de su sobrina, que tenían por apellido el de Gismano.

El poeta no había podido levantar la hipoteca de la casa, el Banco Hipotecario Nacional la sacó a remate, comprándola la Municipalidad de La Plata en junio de 1921, con el propósito de fundar en ella la biblioteca y centro de estudios, pero esta idea no se llevó a la práctica y la casa quedó abandonada hasta el año 1925, en que a consecuencia de una campaña del diario, el municipio, una vez desalojados los hijos de la sobrina, la cedió al Club de Fútbol Gutenberg para instalar en ella la Biblioteca Juan Bautista Alberdi.

En 1928 un grupo de escritores y pintores fundaron la Agrupación Bases y solicitaron a la Municipalidad la entrega de la propiedad para su custodia. El 8 de marzo de 1929 el Concejo Deliberante aceptó el pedido con la condición, entre otras, de que instalaran en ella una escuela nocturna para adultos, una biblioteca con el nombre de Almafuerte y crearan un Museo del vate. La Agrupación se dio inmediatamente a la tarea de reparar la casa, que estaba en muy malas condiciones y dar cumplimiento a las exigencias requeridas por el Concejo Deliberante. En el año 1945 la Municipalidad se hizo cargo nuevamente de la casa, quedando a su cuidado la conservación del Museo, Biblioteca y Archivo en que había sido transformada.

Como referencia curiosa de Almafuerte transcribo el texto del Registro de la Parroquia de Morón, donde fue inscripto al nacer y aclara las dudas y polémicas sobre su verdadero nombre. “El infrascripto, cura vicario de Morón, certifica que en el libro de Bautismo al folio 122 se registra la siguiente partida: “El 27-8-1854 Yo, el Cura Vicario de la Parroquia de Morón, bauticé solemnemente y puse los Santos Oleos a un niño que nació el 13 de mayo de 1854 de Vicente Palacios y Jacinta Rodríguez, Padrino Eduardo Rodríguez, a quien advertí el parentesco espiritual y demás obligaciones contraídas”. Al margen del acta dice: “Pedro Palacios concuerda bien con su original de que doy fe y a pedido de parte interesada expido el presente testimonio”. Firmado: Pablo Darbón-Cura. Esto vendría a demostrar que el agregado de la B. fue obra del poeta y que no responde a nombre alguno.

Respecto a su seudónimo tuvo su origen en unos comentarios sobre temas de actualidad que publicaba en el diario platense “El Día”, el periodista don Carlos Olivera y que firmaba Alma-Viva. En disconformidad con algunas de sus ideas y más en broma que en serio, para darle más fuerza a sus réplicas, resolvió contestarle en otro diario con el seudónimo de Almafuerte.

La casa en que vivió don Pedro B. Palacios fue declarada Monumento Provincial en 1936 y Monumento Histórico Nacional el 2 de febrero de 1961 por Decreto N° 932. En ese solar la agrupación “Bases” y la idea del poeta Francisco Timpone quien planteó el 13 de diciembre de 1937, declarar el 10 de noviembre como «Día de la Tradición», por el natalicio en dicha fecha de José Hernández. En 1938 la agrupación solicitó al Senado de la Provincia la declaración. La aprobación ante la Cámara de Senadores y Diputados fue unánime, declarada bajo la ley nº 4756/39, promulgada el 18 de agosto de 1939, y se publicó en el Boletín Oficial (entrando en vigencia), el 9 de septiembre del mismo año. La referida ley se originó en el Senado y fueron sus autores Atilio Roncoroni y Edgardo J. Míguenz.

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